¡Probióticos, porque Intestinos Sanos significa Mente Sana!
Nuestro abdomen alberga aproximadamente 400 especies diferentes de bacterias, sin mencionar las que existen en nuestra piel. Nuestro intestino funciona como una capa protectora contra diversos patógenos nocivos que han invadido nuestro tracto digestivo y que acabarán siendo absorbidos por el sistema circulatorio causándonos problemas de salud.
Las bacterias del intestino son muy importantes y se encuentran incluso en la leche materna. Las bacterias también desempeñan un papel importante en la mejora de las funciones enzimáticas, así como en el metabolismo del colesterol y los triglicéridos para mantener estable la presión arterial.
La salud mental es compleja y se ve afectada por muchos factores, como el estrés crónico, la inflamación y otras enfermedades. La alimentación es la base de nuestra salud, todo el organismo se beneficia de una dieta que cuide nuestro cuerpo adecuadamente y le aporte todos los nutrientes necesarios.
Aquí están los siete principales asesinos probióticos que pueden impedir que su cuerpo obtenga todos los enormes beneficios probióticos que necesita:
Antibióticos recetados;
El azúcar;
Agua del grifo;
Alimentos OGM;
Granos;
Estrés emocional;
Productos químicos y medicamentos.
Fuentes importantes de probióticos son los siguientes alimentos: Yogur, Kefir, Kimchi, Crema agria, Chocolate negro, Cebollas, Alcachofa, Miso, Queso crudo, Kwass.
También debes complementar tu dieta con fibras de frutas frescas, verduras, frutos secos y legumbres. También debemos mantenernos hidratados, consumir alimentos con propiedades antiinflamatorias y tomar nuestros probióticos.
Lo más importante que podemos hacer para mejorar la comunicación entre el intestino y el cerebro es comer verduras y frutas variadas. Si queremos reducir nuestros niveles de estrés también es muy importante dormir bien, hacer ejercicio y reponer las bacterias si consumimos antibióticos.
Pero el problema es que siempre estamos buscando alguna píldora mágica que podamos tomar y estar sanos. Por desgracia, no existe. En cuanto nos damos cuenta de que debemos estar activos, hacer deporte, seguir una dieta sana, dormir lo suficiente, descansar y evitar el alcohol, el tabaco y otros malos hábitos, iniciamos el camino correcto hacia un estilo de vida saludable.