La importancia de una buena alimentación durante el embarazo
La importancia de una buena nutrición durante el embarazo tanto para la madre como para el niño es conocida desde hace mucho tiempo. La ingesta diaria de suplementos multivitamínicos ayuda a satisfacer las crecientes necesidades de vitaminas, minerales, oligoelementos y ácidos grasos omega-3 para mujeres que planean quedarse embarazadas, mujeres embarazadas y lactantes. Además, según estudios clínicos, la recepción durante el embarazo y la lactancia de ácidos grasos omega-3 puede tener un efecto beneficioso sobre el desarrollo de las funciones cognitivas en los niños y con la frecuencia suficiente para reducir su consumo de la depresión posparto.
Los suplementos nutricionales antes y durante el embarazo y durante la lactancia ayudan en el desarrollo del feto, mejorando el resultado del embarazo, optimizan la salud y el bienestar de la mujer y mejoran la calidad de la leche materna, brindando beneficios para la madre y el niño (prevención de enfermedades asociadas con embarazo, menor riesgo de complicaciones durante el parto, desarrollo saludable y nacimiento de bebés sanos y fuertes).
Se recomiendan suplementos diarios durante el embarazo, ya que en nuestro tiempo es muy poco probable obtener todos los nutrientes necesarios solo con los alimentos. Las deficiencias nutricionales durante el embarazo y la lactancia tienen consecuencias adversas principalmente para la madre y el niño, y algunas de ellas pueden ser muy graves.
Adquirir buenos hábitos alimenticios durante al menos un año antes del embarazo es importante. Las vitaminas y los oligoelementos relacionados con la maternidad son las vitaminas C y E, los minerales traza selenio y zinc. En cuanto al ácido fólico, está comprobado que facilita el desarrollo de la médula espinal embrionaria. La suplementación con ácido fólico debe realizarse unos tres meses antes del inicio del embarazo. Por el contrario, debe evitarse la introducción de grandes cantidades de vitamina D antes y durante el embarazo.
Finalmente, durante la lactancia, muchas madres tratan de evitar consumir grandes cantidades de calorías y proteínas, lo que hace que sus cuerpos produzcan menos leche diaria. Además, si la ingesta de vitaminas y minerales es baja, es posible observar una deficiencia de vitamina A, B1, B6, C, D y E, biotina, ácido fólico y yodo en el niño.
Una nutrición materna deficiente puede disminuir la concentración de proteínas importantes en la leche materna, lo que protege al bebé de infecciones. Los estudios clínicos han demostrado que los suplementos multivitamínicos pueden garantizar que la calidad de la leche materna de la madre pueda satisfacer las crecientes necesidades del niño.