Rutina diaria de cuidado de la piel para prevenir y tratar el acné fúngico
El acné fúngico, aunque suele confundirse con el acné común, es una afección cutánea distinta que se produce como resultado de un crecimiento excesivo de levaduras en los folículos pilosos. A diferencia del acné común, que suele deberse a bacterias y exceso de sebo, el acné fúngico se debe a un tipo diferente de infección y requiere enfoques de tratamiento precisos. Comprender las diferencias entre el acné fúngico y el común es fundamental para una prevención y un tratamiento eficaces.
¿Qué es el acné fúngico?
El acné fúngico, también conocido como foliculitis por Malassezia, es una afección cutánea causada por un crecimiento excesivo de levaduras en la piel. A diferencia del acné tradicional, que suele ser el resultado de bacterias, el acné fúngico se produce cuando una levadura conocida como Malassezia, que está presente de forma natural en la piel, crece en exceso e infecta los folículos pilosos. Este crecimiento puede provocar irritación y la aparición de protuberancias en la piel, similares al acné.
Síntomas
El acné fúngico se presenta como granitos pequeños y uniformes que suelen ser rojos o blancos y que aparecen en grupos. Estos bultos suelen ser del mismo tamaño y se encuentran con mayor frecuencia en el pecho, la espalda, los hombros y, a veces, la cara. Uno de los síntomas importantes que distinguen el acné fúngico del acné normal es la picazón constante que acompaña regularmente a esta afección. En algunos casos, los seres humanos también pueden experimentar una sensación de ardor en las áreas afectadas.
Factores que contribuyen al acné fúngico
El acné fúngico puede ser provocado por una variedad de factores que crean un entorno propicio para el crecimiento excesivo de levaduras en la piel. Comprender esos desencadenantes comunes puede ayudar a prevenir y tratar con éxito esta situación.
- Ambiente húmedo: el acné fúngico se desarrolla en condiciones de calor y humedad, donde la humedad queda atrapada en la piel. La humedad alta puede promover la proliferación de hongos, lo que provoca brotes, principalmente en áreas con riesgo de sudoración.
- Ropa ajustada: usar ropa ajustada, especialmente de tela que no permite que la piel respire, puede atrapar el sudor y crear un ambiente húmedo. Esto puede provocar la obstrucción de los folículos pilosos y aumentar el riesgo de acné fúngico, especialmente en la espalda, el pecho y los hombros.
- Sudoración excesiva: las actividades que provocan sudoración excesiva, como el ejercicio intenso o el clima cálido, pueden agravar los brotes de acné. El sudor combinado con el calor crea el entorno adecuado para que la levadura prospere, lo que provoca inflamación y brotes.
- Productos para el cuidado de la piel: el uso de productos para el cuidado de la piel con una base oleosa pesada puede obstruir los poros y crear una superficie aceitosa que favorece el crecimiento de hongos. Elegir productos no comedogénicos y sin aceite ayuda a reducir el riesgo de acné fúngico.
Cuidado de la piel para el acné fúngico
Limpiador suave
El cuidado eficaz de la piel es importante para combatir los brotes de acné y comienza con la elección del limpiador adecuado para combatirlos. El uso de un limpiador facial antimicótico suave ayuda a combatir la levadura responsable de la afección sin irritar la piel.
Elegir un limpiador para el acné fúngico que contenga ingredientes antimicóticos como ketoconazol o piritionato de zinc puede ayudar a reducir la proliferación de hongos en la piel. Estos ingredientes eliminan los hongos y mantienen el equilibrio natural de la piel. Es importante elegir un componente que sea lo suficientemente suave para evitar la irritación, ya que los limpiadores agresivos pueden despojar a la piel de sus aceites naturales, lo que sin duda agravará el problema. Por ejemplo, Lubex Extra Mild , un desinfectante suave para la limpieza, promueve el proceso de curación de las enfermedades fúngicas de la piel. El limpiador facial Lubex tiene un pH tampón ligeramente ácido de 5,5 y, por lo tanto, preserva la película hidrolipídica fisiológica (manto ácido protector) de nuestra piel.
Para quienes usan tretinoína, un retinoide que se suele recetar para el acné, es fundamental descubrir el mejor limpiador facial para usar con la crema de tretinoína. Este limpiador debe ser no comedogénico, calmante y capaz de ayudar a la barrera cutánea además de combatir los brotes de acné. Un limpiador suave e hidratante que complemente a la tretinoína puede ayudar a mantener la piel limpia sin causar sequedad ni irritación. Presta atención a la leche limpiadora antienvejecimiento de Lubex , que cuida eficazmente la piel durante la limpieza. Gracias a las provitaminas C, E y la coenzima Q10, la leche lucha contra los radicales libres, aumenta la formación de colágeno, tensa los tejidos de la piel y reduce las arrugas.
Hidratante
Cuando se trata de acné fúngico, la clave es seleccionar un humectante liviano, no comedogénico que hidrate, no obstruya los poros y no alimente la levadura responsable de los brotes de acné.
- Fórmulas ligeras: busca humectantes ligeros que se absorban rápidamente en la piel. Los humectantes en gel o a base de agua son excelentes opciones porque ofrecen hidratación sin dejar residuos pesados o grasosos en la piel.
- No comedogénico: Elige una crema hidratante categorizada como no comedogénica, ya que está formulada para evitar la obstrucción de los poros. Esto ayuda a prevenir la acumulación de grasa y células cutáneas muertas que pueden contribuir a la aparición de acné e irritación. La Roche Posay Toleriane ayuda a calmar la piel, proporcionando una hidratación profunda para una piel de aspecto saludable. La crema no es comedogénica, lo que significa que no obstruirá los poros ni provocará acné. Además, no contiene fragancias, conservantes ni parabenos, por lo que es adecuada incluso para pieles sensibles.
- Sin aceite: elige un humectante sin aceite para asegurarte de no cargar exceso de aceite en tu piel, lo que podría agravar los brotes de acné.
Protección solar contra el acné fúngico
El protector solar de amplio espectro protege contra los rayos UVA y UVB, lo que previene el daño solar y reduce el riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria que puede surgir después de que se curan los granos. Para las personas con granos fúngicos, es importante elegir un protector solar sin aceite que no obstruya los poros ni alimente la levadura responsable de los brotes.
Elige protectores solares especialmente formulados para pieles sensibles o propensas al acné. Estas fórmulas suelen ser ligeras, no comedogénicas y libres de aceites pesados, lo que garantiza la protección necesaria sin contribuir a la irritación o los brotes.
Doble limpieza
La doble limpieza es un método eficaz para limpiar muy bien la piel al final del día, sobre todo si tienes acné. Esta técnica consta de dos pasos: primero, el uso de un desmaquillante o agua micelar para eliminar el maquillaje, el protector solar y las impurezas superficiales, acompañado de una limpieza intensiva con un purificador antifúngico.
- Paso 1: Comienza tu rutina de noche con un desmaquillador sin aceite o agua micelar. Estos productos disuelven eficazmente el maquillaje, el protector solar y la contaminación sin añadir aceites que puedan obstruir los poros o alimentar la levadura que provoca los brotes de acné. El agua micelar, en concreto, es suave para la piel y no requiere aclarado, lo que la hace ideal para pieles sensibles y propensas al acné.
- Paso 2: Después de eliminar la capa inicial de impurezas, sigue con un limpiador antimicótico especialmente formulado para combatir los granos de hongos. Este segundo paso garantiza que se eliminen por completo todos los restos de sudor, grasa y suciedad.
Descargo de responsabilidad: El artículo contiene información sobre el cuidado diario de la piel para la prevención y el tratamiento del acné fúngico y no ofrece asesoramiento médico. Siempre consulte a su dermatólogo si tiene alguna pregunta sobre el cuidado de la piel y el tratamiento del acné fúngico.
N. Huber